domingo, 23 de febrero de 2014

ANTEQUERA MONUMENTAL



En esta ocasión, hemos disfrutado de una salida diferente a nuestras rutas senderistas habituales: nos hemos desplazado a la localidad de Antequera para conocer el conjunto arqueológico de los dólmenes y realizar un recorrido por los monumentos históricos más representativos. Como en otras ocasiones, nos han acompañado y han actuado como guías nuestros amigos Paco y Rafael, a quienes agradecemos su colaboración y participación.

Situada en el norte de la provincia, y al oeste de Villanueva de Algaidas, Antequera es el centro de la comarca que lleva su nombre. La ciudad tiene su origen en la antigua Antikaria romana, aunque varios yacimientos repartidos por el término municipal atestiguan que la zona estuvo habitada con anterioridad. De su pasado conserva un extenso patrimonio arqueológico y arquitectónico, en el que destaca el conjunto de dólmenes de El Romeral, Viera y Menga, objeto de nuestra visita, así como numerosas iglesias, conventos y palacetes de distintas épocas y estilos.

El conjunto que forman los dólmenes de Menga, Viera y El Romeral es uno de los mejores exponentes del megalítico europeo. Estos monumentos, de casi 5000 años de antigüedad, se caracterizan por el uso de grandes bloques de piedra que forman cámaras y espacios techados. Eran utilizados con fines rituales y funerarios.  Los dólmenes de Antequera están muy bien conservados y cuidados, y se encuentran en la fase final de ser reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Partimos de Alhaurín de la Torre a las 08:00 h y, tras desayunar ya en Antequera (deliciosos molletes, naturalmente), nos dirigimos caminando al dolmen de El Romeral. Algunos componentes del club prefirieron hacer el recorrido en autobús. El dolmen de El Romeral es un sepulcro megalítico que tiene un corredor de paredes de mampostería y una sala sepulcral con falsa cúpula (la primera conocida en Europa) previa a la cámara funeraria. Es el más “moderno” de los dólmenes del conjunto. Colocadas las piedras laterales, la gran nave central se cubre con una bóveda semiesférica, colocando capas circulares de piedras, cuyo diámetro iba disminuyendo a medida que crecía la cúpula.





















A continuación, caminamos unos cuatro kilómetros en dirección a los dólmenes de Viera y Menga. Encontramos, en primer lugar, el Centro de Recepción y llegamos al Observatorio de El Caminante, un gran espacio abierto a la vega antequerana desde donde se pueden contemplar la Peña y el Cerro de Marimacho, así como la relación espacial de los túmulos con estos elementos.
 
Se une al Centro  Solar: una plaza circular ubicada en cl camino de acceso al Campo de los Túmulos. Pudimos pasear por los caminos trazados desde los que se observa la importancia de los túmulos en las construcciones megalíticas.
Vimos allí un reloj solar.



A continuación, visitamos el dolmen de Viera:  es también un sepulcro de corredor, con un recorrido interior de algo más de veintiún metros, tras el que se llega a la cámara. Cada lateral del sepulcro debió de estar formado por dieciséis losas (se conservan catorce en el lateral izquierdo y quince en el derecho).

 
Muy próximo al dolmen de Viera, encontramos el de Menga: puede considerarse un sepulcro de corredor en el que un atrio abierto hacia el exterior da paso a un segundo tramo de planta rectangular que, a modo de corredor, sirve de acceso a la cámara. La longitud es de veintisiete metros y  medio.





 
Según nos explicó nuestro guía y amigo Rafael, hace unos años, se descubrió un pozo en el interior que, al parecer, habían mantenido oculto los pastores para evitar que sus rebaños se precipitaran al fondo.
















Una vez finalizada la interesante visita al conjunto de los dólmenes, caminamos hasta el centro de la ciudad, donde realizamos un recorrido para conocer algunos de los numerosos templos, palacios, iglesias, conventos, colegiata, etc. que, aunque visitados en ocasiones anteriores, siempre nos sorprenden por su belleza.

Un magnífico y soleado día contribuyó a hacer aún más agradable la visita a esta ciudad.





 

Tuvimos tiempo, también, para degustar algunas tapas antes de dirigirnos a Villanueva de la Concepción para el almuerzo. Con él, finalizó una jornada diferente, de visita cultural a la ciudad de Antequera.
 

El próximo sábado 8 de marzo, tenemos prevista la ruta Estación de Jimera de Líbar-Estación de Benaoján.

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