jueves, 20 de abril de 2017


Sábado 25 de marzo de 2017

Gibraltar


La temporada invierno- primavera 2016/2017 el C.D.Rompesuelas la termina trasladándonos hasta La Línea para realizar una ruta por el territorio británico de Gibraltar y conocer el Peñón y sus calles más populares, que con tan solo tan solo 6,8 km cuadrado le sacan mucho partido.

Diario de la ruta

Lo primero que nos sorprende es la mañana tan espléndida y soleada que nos recibe, ya que había anunciado cielos nubosos y lluviosos. El autobús nos deja a los 55 senderistas en La Línea de La Concepción y nos dirigimos a la Aduana con DNI en mano. Iniciamos nuestra ruta y atravesamos transversalmente el aeropuerto, que fue construido durante la Segunda Guerra Mundial.

Gibraltar es tan pequeño que cuando uno cruza la frontera no tiene más remedio que atravesar la pista de aterrizaje del aeropuerto, Tiene alrededor de 600 hectáreas que fueron cedidas en 1703 por España al Reino Unido en el Tratado de Utrecht, que puso fin a la Guerra de Sucesión y llevó a los Borbones a la corte de Madrid. Mientras caminamos por la “Winston Churchill Avenue” aparecen varios campos de futbol a nuestra derecha y el Peñón a nuestra izquierda.


 
Llegamos a la plaza “Casemates Square” y nos encontramos con la calle príncipal de Gibraltar, la de las tiendas “Main Street”.
 
 
Aquí el grupo se divide en dos: unos se quedan en la zona comercial y otros seguimos con la ruta prevista. Tomamos la primera calle a la izquierda, la calle “Engineer Lane” que nos lleva a la calle “Castle Steps”, una calle empinada con multitud de escalones que desembocan en la carretera “Willis´s Road”.
 

Unos metros más adelante nos encontramos con el castillo Moorish Castle y sí queremos seguir por la misma carretera tenemos que abonar 6 euros. Esta carretera llega a la entrada de los tuneles World War II Tunnel, que también tienes que pagar. El Peñón de Gibraltar, tiene 52 kilómetros de túneles. Durante la Segunda Guerra Mundial llegó a haber una verdadera ciudad bajo tierra con kilómetros y kilómetros de túneles, depósitos de agua y combustibles, generadores de electricidad, servicios telefónicos, carnicerías, panaderías e incluso hospitales. Hoy en día la mayor parte de los túneles están cerrados, otros siguen siendo de uso exclusivo del ejército británico, mientras que otros se usan con fines civiles como el almacenamiento de agua o combustibles.



Decidimos retroceder y seguir por el sendero que nos marca el GPS. Otra posibilidad es subir por el el telesférico, una forma fácil, rápida y nada económica pero nosotros hemos venido a hacer senderismo. Así que seguimos por este sendero estrecho, sinuoso, no muy transitado con una vegetación abundante y frondosa, que discurre paralelo a una muralla, en la que nos encontramos unas torretas que son los respiraderos de los tuneles. La vegetación que nos rodea es meditarránea: olivos, acebuches, esparragueras, lavandas y chumberas.


Desde el sendero tenemos unas vistas espectaculares de la bahía con barcos anclados y atracados en ella y los edificios a nuestros pies. El sendero desemboca en otro sendero público escalonado y señalizado con paneles informativos. En el suelo y en las rocas también aparecen numerosas argollas que en su tiempo sujetarían las baterías de Gibraltar.

 
En el camino nos encontramos varios miradores; en uno de ellos descansamos un poco. Algunos aprovechan para picotear y beber algo, otros nos entretenemos tirando fotos y disfrutando de las vistas.

 
Esta es la denominada Bahía de los Catalanes, que ha mantenido ese nombre en honor al batallón de 350 soldados catalanes que desembarcaron en 1704 para luchar junto a los ingleses contra castellanos y franceses.



Llegamos a la batería de “Devils Gap Battery”, lugar que sirvió de defensa de este enclave estratégico entre el Mediterráneo y el Atlántico.

 
Seguimos subiendo por la “Gibraltar Nature Reserve Rock”, el 40 por ciento del suelo del territorio de Gibraltar fue declarado reserva natural en 1993. Continuaremos carretera arriba donde nos encontraremos más baterías y los monos, alrededor de 200 macacos gibraltareños. Una de las principales atracciones turísticas de Gibraltar.


Según un dicho gibraltareño, los británicos sólo dejarán Gibraltar cuando los monos se vayan. Por ello, el primer ministro británico Winston Churchill ordenó llevar más monos de Marruecos y Argelia para que la población no cayera cuando esta se redujo durante la Segunda Guerra Mundial.



 
 
Desde aquí las vistas son impresionantes: la Bahía de Algeciras, Marruecos y el Parque Natural de Los Alcornocales.También observamos como le van ganando terreno al mar y como han construido  varias urbanizaciones.
 
 
Iniciamos la bajada por la misma carretera por donde hemos subido, seguimos por el sendero público y damos por terminada la ruta en la plaza del ayuntamiento "City Hall".
 
 

Ahora tenemos un par de horas por delante para callejear, comprar en las tiendas, ver el cambio de guardia, tomar algo ….

 
Nos hemos dado cuenta  como con una extensión tan pequeña, cinco kilómetros de largo por uno de ancho, se le puede sacar tanto provecho. Además todo se paga: si quieres plano turístico de la ciudad pagas, si te subes en el autobús tiene un precio distinto si no eres gibraltareño, si accedes a la “Reserve Rock” pagas 1 o 6 euros depende de por donde accedas y el sendero público no te lo indican por ningún sitio.
 
 
 
Para terminar decir que hemos pasado un día muy completo en este territorio británico de ultramar, llamado Gibraltar. Como siempre muchas gracias a todos los que colaboráis mandado vuestras fotos: María Bernal, Pedro Gómez y a la colaboración de las Concejalías de Deporte y Turismo de Alhaurín de la Torre.
 
 
 



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