Alhaurín de la Torre está situado a 18 kilómetros de la
capital, en la comarca del Valle del Guadalhorce, considerada como el referente
del Área Metropolitana de Málaga.
El
término municipal ocupa una superficie de 82 km², entre la Sierra de Mijas y la
Hoya de Málaga, y está atravesado por el río Guadalhorce.
La
flora consta de pinos, encinas y abundante matorral mediterráneo, como romero, palmito,
hinojo y esparto. Los pinares situados en las zonas más bajas de la montaña
suelen estar acompañados por algarrobos y acebuches. Coscoja, lentisco, enebro,
cornicabra, torvisco y jara acompañan a los encinares. La vegetación floral es
muy variada, destacando el jazmín, el geranio y el rosal debido a los numerosos
jardines y parques existentes. En la sierra destacan las orquídeas.
La
fauna por su parte se ve reducida debido a las explotaciones de la sierra. Aun
así, destacan los Parus major, los petirrojos, los piquituertos, los estorninos,
los gorriones y los herrerillos, que sobrevuelan el paisaje. En cuanto a
mamíferos destacan la liebre, el lirón y alguna cabra montés. También se dejan
ver alguna que otra ave rapaz como los cernícalos y algún zorro. También
existen poblaciones de lagarto ocelado, galápago leproso, lagartija colilarga,
salamandra, camaleón común y varias especies de culebras.
Son muchas las
rutas que podemos disfrutar en el término municipal de Alhaurín de la Torre.
Nos hemos decidido por Tiro Pichón-Lauro
Golf, eje central del Paraje Jarapalos.
Tomamos la
carretera Alhaurín de la Torre-Alhaurín el Grande. Tras dejar atrás la rotonda
de entrada a la urbanización Pinos de Alhaurín y, a unos quinientos metros, nos
desviamos de la carretera, giramos a la izquierda y pasamos bajo el arco del Real
Club de Tiro de Pichón. Un poco más arriba, dejamos el coche para iniciar la
ruta.
El recorrido consta de 12 km aproximadamente. Encontramos numerosos puntos
de agua, para la fauna y el ganado, entre ellos la Fuente de Jarapalos.
Iniciamos la ruta por el camino que comienza en subida, dejando otro a la
derecha. Se trata de una pista con buen firme en todo el recorrido, que se desarrolla con una subida suave pero
continua durante los seis primeros kilómetros,
hasta la fuente de Jarapalos. Aquí podemos hacer un breve descanso y reponer
agua fresquísima de la fuente. Desde este punto, tomamos el camino de la
derecha, hacia abajo. A unos cien metros, encontramos el panel informativo del Arboretum, visita obligada para todos
los senderistas y amantes de la naturaleza en general. Se trata de un proyecto
de voluntariado de la PDSS (Plataforma
en Defensa de la Salud y de la Sierra) aprobado por la Junta de Andalucía, que
se puso en marcha en la Sierra de Mijas en 2012. En total se han plantado más
de 200 árboles y arbustos de más de 60 especies distintas, no sólo autóctonas
sino también representativas de otras regiones con el objetivo de tener en un
espacio reducido una representación lo más amplia posible de la diversidad
vegetal existente. Las especiales condiciones del antiguo vivero de Jarapalos
se prestan a que especies no adaptadas a estas zonas se desarrollen bastante
bien, lo que permite concentrar una gran diversidad botánica en el lugar.
La PDSS realiza una labor de sensibilización ambiental continua a favor de
la protección de la Salud y de la Sierra.
Podéis conocer más detalles de la
Plataforma en el enlace a su blog que encontraréis en la columna de la derecha
y en este enlace: http://www.alhaurin.com/pdss/.
Tras disfrutar
del recorrido por el Arboretum y las distintas especies que lo componen, regresamos
al camino que dejamos para conocerlo y continuamos hacia abajo. A unos
quinientos metros, podremos observar los restos de una antigua explotación
minera. Más adelante, encontramos otro abrevadero, y un helipuerto. Continuamos
el descenso, atravesamos un arroyo seco que nos conduce por los Llanos de la
Plata, donde podemos observar la flora propia mediterránea en su máximo
esplendor. Así, tras unas cuatro horas, atravesamos parte del Campo de Golf, y finalizamos
en la carretera Alhaurín de la Torre-Alhaurín el Grande, unos kilómetros más
adelante del punto en el que la abandonamos para iniciar esta interesante ruta.
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