IZNÁJAR
Después de la ruta por el pantano, nos fuimos al pueblo cordobés de Iznájar para almorzar y pasear por sus calles.
Con el paseo por sus calles empinadas y estrechas descubrimos que Iznájar, desde lejos, destaca por estar enclavada en lo alto de un cerro y desde cerca, por sus balcones y alegres rincones. Es, por ello, que durante el mes de mayo organiza todos los años el festival de los mismos.
También descubrimos, que Iznájar parece una isla que emerge de las aguas que la rodean, uniéndose a tierra firme a través de los puentes y llena de miradores al Genil y a su pantano.
Nos vemos el viernes 29 de abril en Alhaurín de la Torre a las 6:45.Nos vamos a La Mancha.!!!!!!!
LAS CAMPANAS DE IZNAJAR
Este mar sin espuma, que rodea este pueblo
guarda bajo sus aguas otra ciudad dormida
que aguarda en otro siglo resurgir triunfadora.
Y por eso en la noche, cuando todos descansan,
no descansa el trasiego de la ciudad que espera
y suenan sus campanas, plañidero lamento,
tañen - música sorda- debajo de las aguas.
¿Acaso tienen pacto secreto con la luna?
Ay mar sin oleaje, sin mareas ni empujes,
como ocultas la vida que fluye en tus orillas,
los pájaros sin alas, sin vuelo en los abismos,
las palabras sin eco, los pasos sin sonido.
Iznájar está arriba, prendida en la montaña,
y el ángel en la torre, que trajo el pez divino,
y que de otro mar vino y amerizó en sus aguas.
Iznajar está arriba, de calles empinadas.
Y en la noche la sombra se refleja en lo oscuro,
como espejo celoso, adornas sin embargo,
y a tu pesar cobijas y proteges su entorno.
Y tú, bajo las aguas, centinela en la noche,
¿Que esperas ahí abajo tañendo tus campanas?
guarda bajo sus aguas otra ciudad dormida
que aguarda en otro siglo resurgir triunfadora.
Y por eso en la noche, cuando todos descansan,
no descansa el trasiego de la ciudad que espera
y suenan sus campanas, plañidero lamento,
tañen - música sorda- debajo de las aguas.
¿Acaso tienen pacto secreto con la luna?
Ay mar sin oleaje, sin mareas ni empujes,
como ocultas la vida que fluye en tus orillas,
los pájaros sin alas, sin vuelo en los abismos,
las palabras sin eco, los pasos sin sonido.
Iznájar está arriba, prendida en la montaña,
y el ángel en la torre, que trajo el pez divino,
y que de otro mar vino y amerizó en sus aguas.
Iznajar está arriba, de calles empinadas.
Y en la noche la sombra se refleja en lo oscuro,
como espejo celoso, adornas sin embargo,
y a tu pesar cobijas y proteges su entorno.
Y tú, bajo las aguas, centinela en la noche,
¿Que esperas ahí abajo tañendo tus campanas?
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